sábado, 17 de abril de 2010

Excesos y despilfarros en tiempos de crisis

Diariamente nos llegan noticias de excesos y despilfarros por parte del Gobierno autonómico delegacionista.
En un momento tan delicado para la economía como el actual, se dedican a llevar a cabo iniciativas totalmente improductivas a la par que despilfarradoras de recursos públicos.
Pero para hacer frente a estas criticas, salen al paso raudos y veloces sus fieles voceros desinformadores.
Los mass media sacan a toda página y titular con cabecera bien visible la congelación en los emolumentos de los políticos profesionales como muestra de la austeridad de la que tan a menudo osan acompañar sus pomposos discursos.
Pero austeridad en el sentido del monje que rehúsa utilizar los recursos que posee para desarrollar una vida en humildad, o bien la austeridad impuesta a tantas y tantas familias de la que no es precisamente que se enorgullezcan de hacer gala?
Porque su austeridad no es sinónimo de EREs, contratos precarios, de amenazas de despido, chantajes, presiones para mantener la producción a pesar de estar menor plantilla, etc.
La realidad es que tan solo se han congelado una parte de sus desorbitados incentivos y dietas, siendo aun así infinitamente superiores a los de cualquier sueldo medio. Ni que decir comparándola con la austeridad propia del mil eurismo.
Se han dedicado a comprar banderas, que por lo que han costado de buen seguro serian de un modisto de renombre internacional. Era realmente necesaria para la sociedad y de máxima urgencia la adquisición de las “insignias patrias”.
Por si no fuera poco, también es urgente la renovación cualquier lugar u objeto donde salga el logo de la policía autonómica vascongada para eliminar esa fastidiosa E de Euzkadi, ese odioso, a la par que denigrante símbolo nacionalista.
No debemos olvidar que en estos momentos de crisis, el trabajo es un bien sagrado. Por ello la consejera de educación, intercede para lograr un puesto para su hija a pesar de no cumplir requisitos, etc.
Y en estos tiempos de recortes presupuestarios, han pasado a segundo, o incluso tercer orden de importancia asuntos tan banales como las viviendas, asistencia y ayudas sociales, etc.
Ahora lo realmente importante para la población es el TAV, autopistas, etc. Un tren de alta velocidad que unirá las 3 capitales y además nos unirá a Europa, vamos una cosa que utilizaremos a diario. En mi caso particular, cada 2 semanas voy a Madrid o a Paris.
Autopistas de nueva construcción que discurren paralelas a las ya existentes, vendiendo solventar un problema a través de su expansión.
Además del impacto medioambiental y socio-cultural destruyendo pueblos y comarcas enteras, logran su único objetivo de llenar las arcas de sus fieles empresas de fontaneros.
Intereses entrelazados, unidos al poco de rascar una superficie roñosa propia de la usura del capital.
Todo esto a los propios ojos de la gente, porque una vez en la poltrona…que me quiten lo bailado. Eso si, dentro de 4 años.
Donde esta aquel fascista vestido de fraudulento ingeniero, que lanzaba al aire soflamas vasquistas, de transversalidad, de tolerancia, de respeto, de ecología…agazapado en su bunker de ajuriaenea mientras se hincha y reparte al resto de comilones las arcas publicas.
Para tod@s aquellos ingenu@s que se creyeron la farsa del Yes, we can! Quienes no quisieron ver una historia creada en los laboratorios políticos.
Una historia que se repite, la de aquel Obama que iba a transformar los EEUU y su política exterior, la de aquel Zapatero de quien decían seria el nuevo Azaña, la de aquel falso ingeniero tolerante, vasquista, transversal, dialogante…

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