El pasado no es sinónimo de atraso

El capitalismo en su vorágine de producción y su cuota de mercado prosigue acumulando despropósitos que a posteriori cubre con un delgado manto de solidaridad en pos de una campaña publicitaria tan cara como necesaria para lograr sus fines.
Desde tiempo atrás la educación burguesa nos inculca los grandes propósitos y beneficios de las nuevas tecnologías, de las investigaciones y descubrimientos llevados a cabo en sus laboratorios. Pero si retrocedemos un poco mas atrás en el tiempo, recordaremos perfectamente como en el estudio de la historia nos inculcaban los grandes avances modernos que aumentaban la producción, así como la productividad.
La generalización de la ganadería intensiva o la agricultura intensiva, los abonos químicos, etc se adoctrinaban como grandes hitos en la historia humana que lograron erradicar el hambre a miles de personas.
Los ciclos de la historia inventada y amañada para el adoctrinamiento de las masas posee unos ciclos que se repiten una y otra vez a los que en la mayoría de ocasiones se les encubre bajo el sobrenombre de revolución, bien sea revolución industrial o agrícola.
Pero más bien deberían de llamarse primera, segunda e incluso tercera estafa industrial, ganadera, tecnológica, etc. Puesto que básicamente se han tratado de una nuevo timo de la estampita a través de un nuevo formato.
Para continuar su estafa más y más allá, es necesario inculcar por otra parte como lo tradicional, lo heredado a través de los siglos, lo adquirido a través de la experiencia es sinónimo de atraso e improductivo como contrapunto a su tecnología y sus avances en pos de la productividad.
Pero todos estos avances y esta tecnología puntera diseñada en laboratorios con el fin de lograr más alimentos, mejores, más abundantes y resistentes conllevan unas consecuencias que no vienen en su propaganda.
Las semillas modificadas genéticamente, que traerán la abundancia al mundo terrenal son las mismas las cuales ni tan siquiera poseen autofecundación. Por lo tanto cada año es necesario comprar nuevas semillas, además de fertilizantes, etc que las mismas empresas producen logrando así un monopolio en ese sector similar a aquellas cantinas donde obligaban a consumir a las familias mineras procurando todo tipo de abusos.
Añadamos aun, que para su producción necesitan ingentes cantidades de agua que de por si sola no brota de tal manera. Por lo tanto construyen faraónicas obras que además de destruir el entorno esquilman recursos hidrológicos de otros lugares y para otras generaciones.
Todo con el fin de lograr una mayor abundancia de alimentos, de alimento que acaban además de con el medio en donde se producen, además de con la economía sostenible de muchos pueblos, además de con la vida de muchas personas, además de con el resto de productos que antes se producían allí debido al monocultivo, acaban tirados en la basura como excedente de producción según la sacrosanta ley de oferta y demanda.